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Se prevé, que la IA moverá en la economía mundial unos 16 mil millones de dólares.
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El valor comercial global derivado de la IA se estima en un total de 1,2 billones de dólares.
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Los productos inteligentes representan el 18 por ciento del valor de IA.
La tecnología ha llegado para revolucionar muchas industrias y sectores en todo el mundo, donde la Inteligencia Artificial (IA) sigue ayudando. Un nuevo descubrimiento se ha hecho tendencia, luego de que el Instituto de Tecnología de Georgia se ha mostrado el progreso en la detección de enfermedades intestinales observando a las personas mientras usan el baño.
Cada vez los proyectos que incluyen robots se siguen desarrollando en el mundo, por lo que la robótica y la inteligencia artificial cuentan con un enorme potencial para transformar muchos aspectos de nuestra vida.
En ese sentido, la robótica, que es el ámbito de la tecnología que impulsa el desarrollo de robots, ha estado presente desde hace décadas en la construcción, así como en fábricas de automóviles, escuelas, hospitales y viviendas privadas. Sin embargo, últimamente, nuevos ámbitos de investigación, como la IA y la tecnología de sensores, se han unido a la robótica para crear robots autónomos avanzados.
Según datos de Gartner, el valor comercial global derivado de la inteligencia artificial se estima en un total de 1,2 billones de dólares en 2018, lo que supone un aumento de nada menos que el 70 por ciento con respecto a 2017.
Asimismo, la consultora PwC, estima que en los próximos 10 años, la IA moverá en la economía mundial unos 16 mil millones de dólares, por lo que muchos la consideran como el mayor reto y la mayor oportunidad que tiene hoy la humanidad.
IA detecta enfermedades intestinales
Nuevamente, una IA está llamando la atención, donde el Instituto de Tecnología de Georgia ha mostrado el progreso en la detección de enfermedades intestinales observando a las personas mientras usan el baño.
De acuerdo a los investigadores, tienen como objetivo detectar enfermedades como el cólera utilizando un algoritmo de inteligencia artificial para controlar los brotes de enfermedades digestivas antes de que se conviertan en un problema grave.
La propuesta es usar una inteligencia artificial como herramienta para detectar posibles enfermedades mediante la detección de diferentes tipos de heces.
Esta tecnología funciona solo cuando registra a los pacientes cuando van al baño, ya que el proceso de detección de enfermedades comienza con la instalación de una grabadora que “promete ser no invasiva para los usuarios”, según los creadores.
Según la explicación, estos sonidos luego se convierten en imágenes empleando una técnica conocida como espectrograma.
Lo anterior, permite capturar diferentes tipos de patrones de capas. Mientras que el sonido de la orina es más continuo, y el sonido de las heces suele ser mucho más conciso.
“Estos espectrogramas se ejecutan a través de un algoritmo de inteligencia artificial entrenado previamente por los científicos para registrar situaciones conocidas. Se utilizaron grabaciones con o sin ruido de fondo para garantizar que el algoritmo pudiera capturar con precisión la información deseada”, explicaron los creadores.
En ese mismo orden, según los investigadores, no descartan la posibilidad de que este proceso pueda incorporarse a la funcionalidad de todos los teléfonos inteligentes en el futuro.
Esta tecnología no es la única que existe actualmente y que se posiciona como una gran herramienta para el sector salud, como ejemplo está la empresa DeepMind que ha diseñado una Inteligencia Artificial que puede ser entrenada de la misma forma que un bebé de pocos meses.
Y es así, que este tipo de desarrollos y tecnologías demuestra el valor que tiene actualmente esta industria en todo el mundo, donde muchos expertos explican que los robots pueden aumentar la productividad laboral, reducir los costos de producción y mejorar la calidad del producto.
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